LOS CONFLICTOS Y EL MALTRATO ENTRE IGUALES NO SON UN PROBLEMA MENOR. ¡¡¡AYÚDANOS A SOLUCIONARLO!!!

CONTEXTO EN EL QUE SUCEDE: LA ESCUELA

 

        Normalmente es el escenario donde mayores conflictos entre los adolescentes se suceden. Es un espacio donde se comparten bastantes horas al día y donde los menores entablan sus amistades y sus enemistades. Es un entorno cerrado donde los menores se ven todos los días y en donde tienen que compartir actividades.

        La labor del profesorado en una situación de maltrato en el aula influye significativamente. En función de las relaciones que se establezcan y de las medidas de participación que el profesor entable con sus alumnos, se estarán poniendo en marcha diferentes medidas de prevención del maltrato entre iguales. Los profesores deben  tener en cuenta una serie de aspectos significativos para dar cabida a estas medidas. En clase el profesor debe haber participación activa de todo el alumnado, para que se cree un clima de comunicación que propicie el aprendizaje y las relaciones positivas. Si sucediera una disrupción en el aula debe llevar a un replanteamiento metodológico por parte del profesor. Cuando los profesores no tienen en cuenta estas medidas y otras que creen oportunas para cada situación, es cuando puede producirse una situación de maltrato.

        La hora de la tutoría con el profesor responsable de cada clase es un factor muy importante. Ello promueve un conocimiento de cada alumno, su familia, su contexto, su proceso, identificando valores y necesidades, para poder después realizar un seguimiento y desarrollar aquello que en el alumno aparece como capacidad y como posibilidad. Evalúa las posibilidades, los conocimientos y experiencias que ya tiene construidas para que pueda realizar un proceso activo de protagonismo en su propio crecimiento. Cuando el alumno y el grupo sienten que se les conoce, se les concede un espacio y que hay una preocupación por ellos, disminuye la necesidad de hacer “llamadas de atención”.

        Sí por parte del profesorado no se ponen en marcha estos planes de acción, se promueve a un ambiente en el aula algo distante del acercamiento que abría entre el alumnado y el profesorado en donde la confianza no promovería, en este sentido, a una situación hostil entre los alumnos.

    El maltrato entre iguales no siempre se da en los mismos lugares. Algunos de estos lugares y/o momentos son los siguientes: 
  • Durante el recreo y los patios.
  • En la fila.
  • En los baños y pasillos.
  • En el aula cuando el docente se vuelve a la pizarra o atiende a algún alumno/a.
  • En los cambios de clase.
  • En el comedor.
  • En el transporte escolar.
  • En la entrada/salida del centro.
  • En el exterior del centro.
  • A través del móvil u otros aparatos electrónicos o medios de comunicación como por ejemplo Internet.

 

En lo referente a la percepción que tienen los alumnos del lugar donde suelen cometerse los actos de violencia, el informe del Defensor del Pueblo contempla el lugar donde con mayor frecuencia se manifiesta cada una de las situaciones violentas expuestas anteriormente. De manera que el patio es el lugar donde suelen producirse las peleas, las agresiones físicas directas, aunque este tipo de conductas también tienen una fuerte presencia en la clase.

Por otro lado, el aseo es el lugar idóneo para esconder cosas y los alrededores del centro para amenazar con armas. Sin embargo, el lugar donde suelen cometerse con mayor frecuencia insultos, poner motes, acosar sexual a algún compañero/a, romper o robar cosas es en el aula, resultando curioso que el lugar donde se supone que debe haber mayor vigilancia es donde se dé una mayor variedad de situaciones conflictivas. Estos datos difieren mucho de los obtenidos por el grupo Gica de Valencia, ya que el lugar donde se suelen cometer las peleas es en los alrededores del centro escolar, al menos así lo cree un 42% de los encuestados frente al 12% de los alumnos que componen la muestra del informe del defensor del pueblo. El segundo lugar más conflictivo es el patio, mientras que los pasillos y los aseos son de los lugares más seguros del centro.