DISRUPCIÓN
1. ¿QUÉ ES LA DISRUPCIÓN?
Es el conjunto de una serie de conductas inapropiadas en el aula que rompen el ritmo de la clase. "Es cualquier conducta que entorpece el orden y la disciplina en la escuela y el bienestar educativo de los alumnos escolarizados en ella". Retarda y, en algunos casos, impide el proceso de enseñanza aprendizaje. Algunos ejemplos de disrupción son: hablar mientras el profesor explica, levantarse de la silla…
Es un problema de falta de disciplina en el aula. Influye no sólo en el alumno/a que la provoca sino también en el resto de alumnos/as y en el docente.
2. ¿QUIÉN PARTICIPA EN LA DISRUPCIÓN EN EL AULA?
La disrupción es un hecho conflictivo muy frecuente en las aulas. Se considera a un alumno o a una clase como disruptiva cuando se acumulan pequeños incidentes que alteran la marcha normal de la clase. Puede deberse a una mala gestión de la clase por parte del profesor/a.
3. ¿QUÉ INCIDENTES SE CONSIDERAN DISRUPTIVOS?
No hay consenso a la hora de decidir los incidentes que se consideran disruptivos. No todas tienen el mismo grado de conflictividad. Casi todas pueden ser causa de amonestación verbal o expulsión del aula. La interpretación y percepción que alumnos y profesor atribuyan a las conductas acentuará más o menos su relevancia.
Las principales conductas disruptivas son:
- En cuanto a las normas: llegar tarde a clase, pedir ir al baño continuadamente, faltar a clase, fumar en las aulas, pintar mesas o paredes, tirar cosas por la clase, comer en clase, desordenar el mobiliario, llevar cartas, juguetear, hacer ruidos o gritar en clase, falta de orden al entrar y salir de clase.
- En cuanto a la tarea: no traer los deberes, rehusar hacer la tarea en clase, hacer comentarios vejatorios sobre la tarea, falta de interés, pasividad e inactividad, no traer el material necesario a clase, preguntar con insistencia para retrasar la clase, hacer tareas que no correspondan.
- En cuanto al respeto al profesor: hablar cuando está hablando, no acatar sus órdenes, levantarse sin permiso del sitio, guardar las cosas antes de tiempo sin permiso, amenazar, reírse del profesor.
- En cuanto a su relación con sus compañeros: pelearse, reírse de un compañero, quitar cosas a un compañero, insultar, agredir físicamente a un compañero (ej. dar collejas), hacer gestos jocosos.
Debemos tener en cuenta que, lo que para un docente puede ser una conducta disruptiva, para un alumno o alumna puede ser un acto llevado a cabo para satisfacer una necesidad que no tenía por objetivo molestar al docente. Por tanto la interpretación del docente es un aspecto fundamental.
En la disrupción hay tres agentes:
- El alumno que incumple las normas
- El profesor que atiende estas conductas
- El grupo de alumnos restantes que se pueden situar al margen o participar de esas conductas disruptivas.
4. ¿QUÉ HACE QUE EL ALUMNO ACTÚE DE ESTA FORMA?
Las causas de la disrupción más destacadas por los docentes son:
Los docentes principalmente atribuyen las causas de las conductas disruptivas a conductas aprendidas en la familia y en el contexto social y la personalidad del alumno y un aumento de la intolerancia en la sociedad, todas causas ajenas al medio escolar.
5. FACTORES DE LA INSTITUCIÓN ESCOLAR: PERTURBACIONES Y APRENDIZAJE
Los alumnos actúan así por diversas razones: aburrimiento o diversión, sensación de fracaso y dificultad para seguir el ritmo de la clase, falta de motivación, para llamar la atención… El estilo del docente también afectará en estas conductas.
Para evitar la disrupción hay que trabajar con el alumno, sus características, expectativas, sus circunstancias familiares, el ambiente del aula y de la escuela, la motivación del alumno, el estilo del profesor, la estructura social…
6. SOLUCIONES A LA DISRUPCIÓN
Es fundamental que las normas se expresen de forma clara y que éstas sean comunicadas de forma eficaz al alumnado. Los alumnos y alumnas tienen que conocer cuales van a ser las normas que se van a aplicar en cada situación y porqué.
Las normas de comportamiento y funcionamiento en clase deben ser:
- Fundamentales para el buen funcionamiento del grupo.
- Lo más reducidas posible.
- Realistas y respetuosas con las características y posibilidades del alumnado.
- Realistas y respetuosas con las costumbres y valores del entorno socio-familiar.
- Expresadas en términos positivos.
- Evitar normas de garantizado incumplimiento.
- Las normas de rango superior deben ser elegidas en primer lugar por el profesorado.
- Tienen que ser adaptables a los intereses y preocupaciones de los alumnos y alumnas.
Si tenemos normas claras y los alumnos y alumnas las conocen, podremos tener un listado de las decisiones que se deben tomar si las normas se incumplen, de forma que el alumnado asuma la sanción se deriva de un acuerdo previo y no de una decisión arbitraria del docente.
Si las normas se establecen con la participación del alumnado, será mucho más sencillo que los alumnos/as cumplan las normas del centro ya que ellos forman parte de éstas y las consideran suyas. De esta manera los alumnos se identificarán con el centro.
Sin embargo debemos tener en cuenta que, dar participación al alumnado no reduce nuestra autoridad como docentes sino que genera un clima de respeto, aceptación y seguridad que alimenta la convivencia positiva, mantiene el orden en el centro, la disciplina y fomenta unas mejores relaciones interpersonales entre el alumnado y entre alumnado y profesorado.
El profesor/a es un modelo de conducta para el alumnado. Por este motivo el docente tiene que ser el primero en respetar y cumplir las normas. Su actuación debe ser consistente al aplicar las normas, coherente (lo que dice y lo que hace deben coincidir), predictible (dar las mismas respuestas ante los mismos problemas) y fiable. Todo esto hará que el alumnado perciba al docente como una persona con la que se puede negociar.
7. ESTRATEGIAS PARA EVITAR O REDUCIR LA DISRUPCIÓN
Una forma de solucionar la disrupción es mediante la supervisión silenciosa. Cuando realizamos esta estrategia lo que hacemos es:
- Pausa táctica: decir el nombre del alumno/a en voz alta, parar estableciendo contacto visual con dicho alumno y continuar con lo que estábamos haciendo.
- Dejar tiempo: si le demandamos algo a un alumno/a, debemos dejarle un tiempo para que haga lo que le hemos dicho.
Otras estrategias son:
- Técnicas de desescalada de conflictos: calmarse para evitar enfrentamientos directos.
- Técnica del mensaje en primera persona: para mostrar insatisfacción y los sentimientos del docente en determinadas situaciones.
- Evitar enfrentamientos y discusión directa delante de los iguales.
- Utilizar como arma defensiva la norma y no referirse a las personas.
- Hacer cambios físicos en la distribución del aula o el la colocación del alumnado en la misma.