¿MI HIJO ES AGRESOR?
Si sospechas que tu hijo/a es un agresor, existen una serie de signos que te pueden ayudar a conocer si se da esta situación. Algunos de estos signos son:
- Se muestra agresivo en la familia.
- Es impaciente e impulsivo y se enfada con facilidad cuando no consigue lo que quiere, llegando a utilizar agresividad física o verbal.
- Parecen no importarle los sentimientos y derechos de las demás personas.
- No controla sus reacciones e intenta imponerse a los demás por la fuerza.
- Insulta, humilla o ridiculiza a otras personas en público.
- No tiene sentimientos de culpa cuando hace daño.
- Miente para justificar sus conductas.
- Frecuentemente nos comunican del colegio que ha tenido enfrentamientos y peleas con otros compañeros/as.
- Siempre quiere tener la última palabra.
- Habla frecuentemente de peleas en las que está implicado.
- Muestra desgana por las tareas escolares.
- Usa con frecuencia el insulto y la descalificación.
- Tiene escasa tolerancia a la frustración.
- Tiene dificultades para cumplir las normas.
- Habla en tono despectivo de algún compañero/a de clase.
- Presume de acciones violentas.
También puede ocurrir que no aparezca ninguno de estos indicadores y que oculte el acoso tras comportamientos modélicos. Si tu hijo es un agresor, debes intentar acercarte a él, aunque no comprendas los motivos de su comportamiento, y hacerle entender que su conducta es inaceptable y que puede tener consecuencias negativas para él.